2 de marzo de 2020





Odiseo, Penélope, Telémaco y las doce criadas

En la primavera de 2018 hicimos el viaje que durante años habíamos ido posponiendo. El destino: Grecia.

Siguiendo las recomendaciones del poeta griego Constantino Cavafis (Alejandría, Egipto; 29 de abril de 186329 de abril de 1933) que en su poema Ítaca nos desea un largo viaje hasta llegar a nuestro destino, un largo viaje que hemos de recorrer sin miedo alguno:

“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.”

Y así comenzamos la preparación del viaje, volcándonos en lo mejor que nos proporciona el viaje: el trabajo de prepararlo antes de iniciar la partida.

Comenzamos a acercarnos al alfabeto griego, sorprendente y tan cercano a la vez:



También empezamos a leer algunos libros de viajes para conocer lugares a visitar en aquel país, entre otros leímos:
“Corazón de Ulises” de Javier Reverte.





En el cual descubrimos magníficas reflexiones:

“Nadie es dueño original de la tierra por pequeño que sea el pedazo que uno escoge como patria. Cualquier nación ha nacido de una invasión y una conquista”.

“¡Cuán relajante resulta una religión en la que los dioses son también pecadores!”.

“Nos fascina el mundo griego porque jamás podemos estar seguros de que todo los que nos cuenta fuera cierto”.

Seguimos buscando información y nos fuimos encontrando con muchos monstruos, pero no peligrosos. Unos desconocidos y algunos viejos amigos como Mikis Theodorakis y Giannis Parios que cantaban la canción Στρώσε το στρώμα σου que pronunciado debe sonar algo como así: “Stròse to stròma sou”
Pero, ¿qué era eso de Stròse to stròma sou?

Aprovechando que el viaje hasta Ítaca es largo descubrimos que se trata de un poema de Iakovos Kambanelis (Naxos, 02 de diciembre de 1922 – Atenas, 29 de marzo de 2011) quien además de escribir maravillosos poemas tuvo la maldita experiencia de pasar por el campo de concentración y exterminio de Mauthausen-Gusen.
Iakovos escribió “Stròse to stròma sou” que más o menos debe decir esto:

“Oscuro es el sendero que me lleva a tu encuentro.
Ven a mitad del camino para que pueda estrechar tu mano.

Haz la cama para dos, para ti y para mí.
Y abracémonos de nuevo para que todo resucite.

Te abracé y me abrazaste, me tomaste y te tomé.
Me perdí en tus ojos y en tu destino.”

Y seguimos nuestro viaje hacia el destino: Grecia.

Surgieron de la nada las esculturas de mármol de las Islas Cícladas, magníficas y misteriosas:




El archipiélago de las Cícladas está compuesto por nueve islas: Andros, Ceos-Citnos, Milos, Míkonos, Naxos, Paros, Siros, Santorini y Tinos.
Las esculturas pertenecen al llamado periodo cicládico desde el 3.000 a.c. hasta el 2.000 a.c.

Encontramos las películas de Theo Angelopoulos (Atenas, 27 de abril de 1935 – 24 de enero de 2012) entre ellas La mirada de Ulises (1995): https://www.youtube.com/watch?v=FoPy6AAC16M

Nos vinieron a buscar las poesías de Safo de Mitilene, también conocida como Safo de Lesbos (Mitilene, Lesbos, c.a. 650-610 – Leúcade 580 a.c):

“Ya se ocultó la Luna, y
también las Pléyades.
Entra la noche.
Llega la hora y yo
duermo sola”.

Comenzamos a dibujar:



Y descubrimos más músicas:
Y su canción emblemática:

Hicieron acto de presencia algunos fotógrafos que visitaron Grecia en el siglo XX, como Herbert List y su Pecera de Santorini una de nuestras fotografías preferidas:


La fecha del viaje se acercaba y aún no habíamos leído la Odisea, libro obligatorio y que nunca leímos cuando debíamos haberlo hecho.

Odiseo o Ulises (al modo latino), rey de Ítaca, parte de su isla a la guerra de Troya, donde la guapa Helena se ha metido en un lío y ha obligado a cientos de guerreros a ir en su defensa y liberación. Odiseo acude a salvarla con su ejército y sus mañas y cuando la misión está cumplida inicia el viaje de vuelta a su adorada isla, pero durante el viaje de vuelta comienzan a ocurrirle mil y una aventuras con lestrigones, sirenas, cíclopes… que le retrasan el retorno.
Odiseo pasó veinte años fuera de Ítaca, los diez años que duró la guerra de Troya y los diez años que transcurrieron desde el final de la guerra y su llegada a Ítaca.
Mientras tanto, su mujer, Penélope le espera paciente y castamente en Ítaca criando al hijo de ambos Telémaco.
Este puede ser uno de los peores resúmenes de la Odisea, pero tenía que hacerlo.

Leemos la Odisea y comenzamos el viaje.

Un magnífico viaje que tendremos que repetir algún día.
¡Nos quedaron tantas cosas por vivir!

Este el resumen de la preparación del viaje a Grecia: de las lecturas  y descubrimientos que nos acompañaron en el camino. Disfrutamos del viaje antes de nuestra partida, tal y como nos recomendaba Cavafis.

Hace unos días, dos años después de volver del viaje, encontré por casa un libro que leyó mi mujer hace un tiempo:
Penélope y las doce criadas de Margaret Atwood.
Ojeé esta novela de Atwood con curiosidad y comencé a leerla, me enganchó.

¿Pero qué plantea esta novela con los mismos personajes que la Odisea?

En esta novela Atwood describe las vivencias de Penélope, en ausencia de su marido, durante los veinte años que Odiseo estuvo fuera de Ítaca.
Cómo organizó y llevó adelante las tareas de su reino, cómo educó a su hijo, cómo mantuvo su hacienda, cómo trató a sus criadas, cómo tuvo que soportar a los pretendientes que deseaban casarse con ella y heredar sus bienes.
Aspectos estos que no aparecen en el original.

Atwood recurre a la ironía y humor en las descripciones que Penélope hace de las noticias que le llegan de las aventuras de su marido, de su prima Helena, de los motivos por los que se inició la guerra de Troya.
Y entre las cosas que nos cuenta está el destino de las 12 criadas y el porqué.

Ha sido un placer para mí leer estos dos libros: la Odisea y Penélope y las doce criadas.
Os los recomiendo.

La Odisea por ser uno de los libros imprescindibles de la literatura y que nunca hemos tenido tiempo de leer y Penélope y las doce criadas por ser un estupendo relato basado en una obra clásica desde un punto de vista actual y feminista.

Buena lectura. A disfrutar del camino antes de llegar a Ítaca.

Volveremos a Grecia.

 


Comentarios

Entradas populares de este blog